Optimiza tu planificación y libera tu creatividad

 
 

Planificar puede sonar como una trampa para la creatividad, pero en realidad, es una de las herramientas más poderosas para potenciarla. 

He sido testigo de tantas historias de terror para crear -mías, de colegas y de clientes-, y gran parte de ellas se han originado por la falta de organización. Es como que inconscientemente estuviese esta creencia de que la planificación es una camisa de fuerza para nuestras ideas, pero en realidad puede deberse a una de tres opciones: 

  1. Completo desconocimiento por entender cómo organizar el tiempo de forma realista.

  2. Querer forzarse a una dinámica que no es compatible con nuestro estilo de vida o nuestro flujo de energía.

  3. O directamente estar en el extremo de la sobreplanificación. 

La planificación no significa matar esa chispa espontánea; más bien, se trata de darle un contenedor donde pueda florecer. Tener un plan te proporciona la libertad de ser más creativo, sin la presión de lo desconocido o de lo pendiente.

Pero antes que nada, tenemos que desmitificar el hecho de que planificar significa tener cada momento del día milimétricamente calculado, porque es agobiante e irreal, si vamos con ese pensamiento lo que vamos a obtener como resultado es un sentimiento de frustración constante por no poder lograrlo.


Kleon dice “las restricciones pueden ser la fuente más fértil para la creatividad”. Y comparto, después de todo el plan solo ayuda a darle estructura a tu tiempo, para que tengas la posibilidad de improvisar dentro de ciertos “límites”. 

Para lograr que esos límites jueguen a nuestro favor y no en contra, debemos entender realmente 2 puntos (que seguro te parecen obvios): cómo es nuestro ritmo de vida (personal y profesional) y cómo fluye nuestra energía dentro de un día común.

Esto nos ayudará a establecer metas claras, sin restringirnos a un objetivo general, sino desglosandolo en partes/tareas más pequeñas y manejables. Sincerarnos con nuestra energía y tiempos, nos saca peso de los hombros ya que se trata de organizar tus prioridades para que podamos realmente cumplir con lo propuesto.

Al hablarte de energía, entran una gran serie de factores, porque es muy independiente de cada persona, por ejemplo, no será lo mismo la rutina para una persona que vive sola que la de una mamá. He incluso dentro de personas que comparten las mismas características de estilo de vida, también hay diferencias, hay quienes prefieren el completo silencio para concentrarse, y por ende se siente más productivos/creativos en las noches; pero hay quienes necesitan del ruido (y este puede ser desde música, podcasts, hasta conversaciones con su equipo para poder llevar a cabo sus tareas).


La idea de conocernos nos parece obvia, pero no es hasta que nos sentamos a tratar de ponerlo en palabras y acciones que entendemos cómo es realmente. Yo por ejemplo, siempre pensé que era un búho creativo, y que las mejores ideas aterrizaban en mi mente en las noches; cuando realmente se trataba de que necesitaba hacer hyperfocus, concentrar en bloques de tiempo solo un elemento de acción y allí se despliega mi creatividad al máximo.

Esto no lo supe de la noche a la mañana, tuve que hacer diferentes pruebas, intentar con diferentes rutinas para darme cuenta de cuáles eran los elementos recurrentes (para bien y para mal).

Un consejo que puedo darte para que descubras cómo sacar el mayor provecho a tus días es utilizar un enfoque de bloques de tiempo. Por ejemplo, puedes asignar las primeras horas del día a tareas más metódicas y dejar las horas de la tarde para el trabajo creativo más libre.


 
 

OJO! Ten en cuenta que no eres un robot, es necesario priorizar tus tareas, todas tus tareas, y si ahí debemos incluir desde las laborales y creativas, hasta las personales. Haz una lista de todo, personal y profesional, y detállala, es decir, no escribas “comenzar el proyecto del nuevo cliente”, sino, “enviar mail de onboarding a…”, “preparar presentación de…”, etc.; eso mismo en relación a lo personal: “hacer el meal prep”, “pasear al perro”, “buscar los niños al jardín”, “clase de yoga”, etc…

No te asustes, no es para cronometrar todo, es para que puedas dividir en grupos tus tareas, las que son recurrentes (que haces todos los días o X cantidad de días) de las que son únicas, las que ese pantallazo podrás distinguir lo que es urgente de lo importante, Por ejemplo, si un potencial cliente te pide una reunión a la 13h porque está interesado en contratar tu servicio es importante, pero si a esa hora sale tu hijo de la escuela, es urgente buscar a tu hijo, la reunión se puede programar ya sea para otro día u otro horario. 

Si vemos el mismo ejemplo del potencial cliente, pero solo con tareas laborales, por ahí ese lunes estas haciendo la presentación para la propuesta que debes entregarle a tu cliente el miércoles, en este caso, la presentación es importante, pero el potencial cliente puede ser urgente, así que puedes pausar la presentación, tener la reunión y luego continuarla.

Es importante entender que todo lo urgente es importante, pero no todo lo importante es urgente. Y encontrar ese equilibrio es la clave secreta para no sentir que estás corriendo todo el día.

XO.

 
Lubianca Diaz

Soy semiólogo y comunicador social, crecí en Venezuela y ahora vivo en Argentina. Amante de la comunicación visual, me dedico a dirigir y crear marcas desde cero, desarrollando conceptos, imaginarios e iniciativas que la hagan destacar. En otras palabras, estoy a cargo de crear el alma y la voz de la marca.

https://lubianca.com
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